VILLALOBILLOS

Villalobillos es una Quintería situada en el término municipal de Corral de Almaguer (Toledo), a 708 metros de altitud, toma su nombre de un despoblado llamado así, situado a poca distancia.

Tiene una extensión de 284 ha., con dos partes bien diferenciadas, la baja de tierra fértil, dedicada al cultivo de cereales y leguminosas y la parte alta, más pedregosa y caliza, donde estaban y están situados los pagos de viña.

La finca pertenece a la familia desde el Siglo XVIII. El cultivo y plantación del viñedo se incrementó mucho en el Siglo XX, hasta los años veinte se plantaron unas 60 ha de viña blanca, airén, de pie franco, que se adaptó muy bien al terreno calizo y pedregoso. También había algunas viñas de tinto Velasco.

Fue en los años veinte cuando nuestro tío bisabuelo Alfonso de Lara Toledo construyó la bodega para elaborar el vino producido en las viñas de la finca, con una capacidad de 25.000 arrobas (400.000 l.) en 50 conos de 500 arrobas. Contaba con dos lagares, para blanco y para tinto, y pozo para el orujo. La maquinaria (estrujadora, elevador de la uva molturada a las jaulas de madera y tuberías para llevar el mosto desde el pozo a los depósitos), estaba movida por un motor de gasolina y un sistema de poleas.

Los vinos blancos siempre destacaron por su calidad, elaborados de manera tradicional (con madre, anhídrido sulfuroso, ácido cítrico y trasiego cuando caía el vino), tenían una graduación entre 13º y 13, 5º y eran francos de paladar; su comercialización se realizaba, una parte por la familia y otra era vendida a los bodegueros de la zona, que solicitaban estos vinos por su alta graduación y buena boca.

En los años setenta se dejó de elaborar en la finca y se transportaba la uva a otra bodega familiar en La Villa de D. Fadrique (Toledo), donde continuó la elaboración hasta los noventa.

En la actualidad, se siguen cultivando y están en producción unas 22 ha de viña airén de pie franco, plantadas entre 1935 y 1960.

PIE FRANCO. - La vid sin injertar tiene más raza varietal, mejor balance entre vegetación y rendimiento y es hábil superando carencias o excesos naturales de agua o temperatura. Además, envejece de forma distinta que las actuales de dos piezas y vive más, porque es una planta sana que regula su vigor a lo largo de todo el ciclo y resiste mejor los suelos calizos.